¿No estás lista para el bótox? ¡No te preocupes!

El bótox es, para muchas, uno de esos maravillosos inventos prácticamente intachables. Nos permite controlar esas arrugas que parecen imposibles de eliminar, al mismo tiempo que garantiza que los beneficios sean duraderos. Es cierto que el tratamiento se ha ganado una cierta reputación debido a la necesidad de llevarlo a cabo de forma correcta para asegurar una apariencia natural. También existe la cuestión de que, si se lleva a cabo de forma incorrecta, puede desembocar en problemas de parálisis en el rostro y en la mandíbula. Este tipo de antecedentes son la razón por la que no todo el mundo está interesado en acudir a los tratamientos con bótox para combatir las arrugas. La parte positiva es que existen muchas opciones, incluso si no estás lista para atreverte con inyecciones de bótox o tratamientos similares. Hemos preparado una pequeña lista con algunos de ellos, así como explicaciones acerca de los resultados que pueden ofrecerte, para ayudarte a tomar una decisión informada en cuanto a tus objetivos de belleza.

Retinol, retinoides y tu rostro
Hoy en día, hay pocas palabras tan comunes en el mundo del cuidado de la piel como el
retinol. Este compuesto es una forma de vitamina A junto con sus familiares, los retinoides, que son a su vez derivados de esta vitamina. Por varios motivos, todos son útiles para el cuidado de la piel. Una de las cosas más importantes que pueden hacer es estimular el índice de renovación celular en el área en la que se aplican. Esto es de gran importancia, ya que mantener un buen índice de renovación celular ayuda a reducir la aparición de arrugas al dejar de contribuir a su formación. Algunos estudios también afirman que el retinol puede ayudar a producir colágeno en la piel. Esta proteína estructural es la responsable de que la piel se mantenga firme durante la juventud. La disminución gradual de colágeno con el paso de los años tiende a ser la causa de la formación de arrugas, dado que el daño cotidiano se vuelve permanente en las áreas en las que la piel se suele doblar. En consecuencia, el uso habitual del retinol y otros componentes similares es increíblemente útil para suavizar y disminuir la formación de arrugas.

Una exfoliación experta
Muchas de las mejores alternativas al bótox implican el uso de productos específicos. El retinol, como ya hemos mencionado anteriormente, es uno de ellos. Otra solución consiste en exfoliar tu piel con un buen componente químico destinado a este propósito. Los componentes más destacados dentro de esta categoría son los hidroxiácidos. Los alfa hidroxiácidos (AHAs), como el ácido glicólico y el ácido cítrico, son los más comunes, mientras que su pariente más viejo, el ácido salicílico, es uno de los únicos beta-hidroxiácido utilizados por la industria del cuidado de la piel. Estos ácidos se pueden aplicar sobre la piel siempre que cuenten con concentraciones específicas. Ayudan a disolver el polvo, la suciedad y las capas de células muertas que pueden hacer que las arrugas sean más profundas. Exfoliarse regularmente con estos productos ayuda muchísimo a combatir la aparición de arrugas, y aplicarlos sobre la piel con un masaje suave activa el flujo sanguíneo, que a su vez estimula la producción de colágeno. Los productos de venta libre en farmacias tardan en producir un efecto visible, pero un tratamiento químico supervisado puede proporcionar resultados más rápidos a cambio de un cuidado posterior más intenso.

Una solución permanente
Es interesante destacar que hay una serie de pequeñas alternativas quirúrgicas al bótox que pueden proporcionar resultados parecidos de forma permanente. Algunas de estas alternativas se centran en eliminar los problemas subyacentes al romper los lazos accidentales entre la superficie de la piel y otras estructuras más profundas, mientras que otras eliminan directamente el problema. El último tipo de tratamiento que hemos mencionado es quizás el que más se acerca a los efectos del bótox. Estos procedimientos funcionan al eliminar la conexión que hay entre los músculos de la frente y otros músculos para prevenir las arrugas provocadas por el constante movimiento y los gestos de la piel. El resultado es el mismo, en cuanto a que permite que la piel repare el área paulatinamente y suavice las líneas hasta el punto de que puedan acabar desapareciendo. Es importante mencionar que, debido a que estas son alternativas quirúrgicas, existe el riesgo de que quede una pequeña cicatriz, aunque las incisiones son tan pequeñas que, normalmente, un cuidado adecuado las puede convertir en prácticamente invisibles.

Muchas de nosotras tenemos tan interiorizado que los tratamientos con bótox son el procedimiento de belleza más habitual, que no tenemos en cuenta otras alternativas. Un buen cuidado ayuda considerablemente a reducir las arrugas de la cara, pero a veces hay que dar un paso más y atreverse con uno de estos tratamientos. La mejor forma de proceder es hablar con un dermatólogo o cosmetólogo profesional acerca de tus objetivos. En función de tus criterios, te guiarán hacia los posibles tratamientos, incluso si alguno de ellos no es el bótox.

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